La bronca de Belén Esteban y Marta Riesco
La bronca de Belén Esteban y Marta Riesco.
Belén Esteban y Marta Riesco se enzarzaron en una brutal y bestial pelea que sabemos que no será la última, pero que tampoco fue la primera.
Comenzaba Marta Riesco pidiendo perdón a La Patrona por el monumental enfrentamiento que protagonizaron en el pasado. «Primero quiero pedirle disculpas porque no es una actitud que yo tenga en mi vida. Me arrepiento profundamente de lo que hice. No estaba en un buen momento», le dijo a Belén Esteban. Continuó argumentando que lo hizo porque Belén Esteban en Sálvame le atacó y se rio de ella sin compasión. Pero a otro perro con ese collar. Belén Esteban no estaba por la labor de aceptar perdones. Así es ella, al pan, pan y al vino, vino: «Es que no hablaste de mí, hablaste de lo que más quiero, que son dos personas que no s e van a nombrar. Te lo digo ya para avisarte».
La discusión iba subiendo de tono. Belén Esteban le advertía a Marta Riesco que a ella no se la daba, que ella sabe de que pie cojea, que ha vivido mucho con ella. La ex reportera de Ana Rosa Quintana contestaba negando que se conocieran y era entonces cuando Belén Esteban entraba a saco: sacaba a pasear la supuesta relación lésbica que Marta Riesco mantuvo en Cantora.
«Tú le puedes comer el coño a quien te salga de los huevos», dijo la de Paracuellos. «Igual que tú los rabos», respondía Marta Riesco. Belén estallaba: «No, yo me como el rabo de mi marido, no de otros. Lo que no hago es follarme a tíos casados, eso no lo hago». Todos sabemos por dónde van los tiros o el trío: Olga Moreno, Antonio David Flores y Marta Riesco.
Aquello ya no había manero de pararlo. Riesco soltaba entonces todo el veneno contenido hacia Belén Esteban: «Pero tu marido se folla a otras». Belén Esteban se ponía entonces de pie, María Patiño intentaba pararla. Ya no había muro de contención:: «¡No era mi marido! Era mi pareja y lo mejor que hice fue perdonarle, porque reforzó mi relación. Has puesto a parir a Rocío Carrasco y ahora eres su amiga. ¡Falsa! Te conozco y te conviene venir aquí y dar otra cara. A estos quizás los engañas, pero no a mí».
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