María Patiño se entera por su sustituta de su despido fulminante de Mediaset
Sigue el terremoto interno en Mediaset España. Confirmada la disolución de la sociedad entre la cadena de Fuencarral y La Fábrica de la Tele trascendía que Telecinco quería mantener en la parrilla uno de sus programas, Socialité, que aguanta en la franja matinal de los fines de semana.
Pero la verdadera noticia es la decisión que ha tomado la dirección de la cadena: Socialité seguirá con un formato renovado y sin María Patiño. Tampoco estará Nuria Marín. Ambas serán despedidas porque Mediaset quiere rostros nuevos que no tengan vinculación alguna con la productora de Adrián Madrid y Óscar Cornejo.
Estos cambios se unen a la abrupta –pero no por eso no esperada- salida de Borja Prado de la presidencia de Mediaset España. El motivo de esta salida habría que buscarlo en las múltiples desavenencias que han surgido de la relación de Prado con Alessandro Salem y Massimo Musolino, los dos consejeros delegados de la compañía.
Bajo la presidencia de Borja Prado, Mediaset ha tomado medidas absolutamente revolucionarias, con especial mención a la salida del grupo de todo un buque insignia como Sálvame, con el liderazgo de Jorge Javier Vázquez y la producción de La Fábrica de la Tele. Prado fue el verdadero artífice de esa decisión que, en absoluto, contaba con el respaldo de los consejeros delegados, nada proclives a una decisión tan relevante para todo el grupo.
La llegada de Borja Prado a Mediaset después de presidir Endesa entre 2008 y 2019 se produjo por deseo expreso de Silvio Berlusconi. La muerte del magnate italiano provocó que el poder pasara a sus hijos, que cedieron la gestión diaria a Salem y a Musolino, arrinconando poco a poco al empresario español que, de dominar completamente la línea editorial de la compañía, vio cómo su capacidad de decisión quedaba más y más oscurecida.
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