Miguel Lago confiesa lo más duro de trabajar con Sonsoles Ónega
Los espectadores de ‘Y ahora, Sonsoles‘ ya están acostumbrados a los continuos rifirrafes entre Miguel Lago y Sonsoles Ónega. La presentadora no duda en pararle los pies a su colaborador cuando considera que sus bromas se salen del tono habitual del programa. Pero, ¿cómo es la relación entre ambos fuera de cámaras?
El cómico ha concedido una sincera entrevista a la revista ‘Diez Minutos’ en la que habla, entre otras muchas cosas, de cómo es trabajar con Sonsoles Ónega de la que asegura «estoy aprendiendo mucho de ella». Sobre todo por «cómo empatiza con el entrevistado. En televisión he tenido suerte porque he trabajado con los mejores», sentencia.
Eso sí, al ser preguntado por si se le ha subido el ego, el cómico asegura que «no especialmente, porque siempre he tenido mucho». «Yo quiero los focos en mí, pero en el escenario. A mí el ego se me coloca cuando llego a la puerta de mi casa y queda fuera».
Respecto a las críticas que, a diario recibe en redes sociales, Miguel Lago se pregunta: «¿Qué son críticas? Cuando la gente no le gusta lo que digo, optan por improperios e insultos terribles, y no les presto atención. Lo que yo quiero es que el público se ría conmigo, con Lago, porque luego está Miguel que es el que está en su casa con su familia».
«Lago en el escenario es disparatado con todo lo que se mueve con la izquierda y la derecha, que es algo que hay gente que no entiende, pero es lo que tiene ser libre. El humor tiene que ir contra todo. Los políticos se tienen que aguantar con las bromas, porque van en el cargo», concluye.
Por último, Miguel Lago recuerda que, cuando empezó en ‘El Club de la Comedia’con 18 años, no buscaba «la fama», sino «el aplauso de mis padres. A ellos no les sentó bien que quisiera ser cómico y fue uno de los motivos por los que acabé la carrera». El otro es «porque quería pasar el mayor tiempo posible con la que hoy es mi mujer».
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