Adele ha realizado este fin de semana los dos conciertos que tenía previstos en Londres con una serie de teloneras de lujo, lo que incluía nombres de primera fila como Gabrielle y Kacey Musgraves, que interpretó un generoso set.
En cuanto a Adele, con excepción de algunas actuaciones televisivas, esta ha supuesto la primera presentación sobre un escenario de las canciones de ’30’, disco del que ha vendido 5 millones de copias, situándose como el álbum más vendido de 2021 en todo el mundo de manera oficial, si bien este año sus encantos se han extinguido antes de tiempo por la falta absoluta de promoción.
Adele ha aparecido en la prensa por abrazar la bandera del Orgullo Gay durante ‘When We Were Young’ en la última de las dos noches, y por adoptar una coreografía de Megan Thee Stallion durante ‘Under the Bridge’. Pero sobre todo por conceder una entrevista a la BBC en la que habla de lo devastador que ha sido para ella posponer los conciertos de Las Vegas, pero todavía sin dar una pista sobre cuándo se producirán los mismos.
El show ha incluido por tanto la primera vez que se ha interpretado el single ‘Oh My God’ en vivo y se ha dejado que la preciosa ‘Love Is a Game’ sea la que cierre el concierto rodeada de fuegos artificiales, pero en verdad la noticia ha sido el poco caso que Adele ha hecho a ’30’. No ha interpretado siquiera el que parecía el single veraniego del álbum pero no lo está siendo en absoluto, ‘Can I Get It’, y en verdad han sonado más temas del disco ’21’ (seis canciones) y las mismas de ’25’ (cinco) que del propio ’30’ que se presentaba (cinco).
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