Jennifer Lopez fue una de las protagonistas como no podía ser de otra manera en la gala de los Grammy tras realizar una actuación en homenaje a Motown (la discográfica especializada en música negra), por cumplir 60 años.
La artista cantó clásicos de soul y R&B como «Dancing in the Street», «The Best Things in Life Are Free» o «Please Mr. Postman» y en «My Girl» contó con Smokey Robinson, de los Miracles una de las bandas más populares de Motown.
La decisión de los Grammy de contar con la artista para este homenaje ha traído cola y muchas críticas debido a que supuestamente Jennifer no tiene una conexión con la música negra como sí Beyoncé, Jennifer Hudson o Brandy. Por lo que se ha acusado a la cantante de apropiación cultural por ocupar el lugar de otros artistas que lo «merecían», ya que ella es de origen latino.
Sin embargo la interprete de «El Anillo» ha explicado que la de Motown, era la música que su madre, sus hermanas y que ella la escuchaba desde su infancia. Después de aclarar que creció con esta música, defendía que el hecho de no tener raíces africanas no supone que no se sienta identificada con esta música.
También, dio las gracias a la organización por elegirla para este tributo y aseguró que entendía el enfado de la gente, pero a su vez aclaraba que la discográfica estaba descuerdo: “Ellos saben lo mucho que me ha influido su música y por eso no les ha extrañado nada que los Grammy me pidieran hacer esto. Pero sé también que para mucha gente no ha estado bien y los respeto”.
Apropiación o no está claro que la actuación de la cantante fue impecable y agradó e hizo disfrutar a más personas que disgustó.
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