Risto Mejide no puede seguir en su programa
Aprovechando las dos nominaciones de ‘La sociedad de la nieve‘ en los Oscar 2024, Risto Mejide conectaba este martes en ‘Todo es mentira’ con Eduardo Strauch, uno de los supervivientes reales del accidente en los Andes de 1972 que narra la película de J. A. Bayona.
Después, Risto Mejide quiso hablar con Eduardo Stauch sobre cómo vivió él aquellos angustiosos días en los Andes. «Teníamos potencia mental y sobre todo mucha imaginación para crear una sociedad de la nada. Tuvimos que ser muy creativos, trabajar mucho en equipo, y eso fue lo que nos salvó. Para mí lo más importante fue el nivel de educación, de cultura, porque nos ayudó a seguir adelante, fuimos muy ingeniosos, pero gracias a los conocimientos que teníamos, como por ejemplo de tipo médico», recordaba el superviviente.
«Todo esto me ha enseñado el potencial mental y de adaptación que tenemos los seres humanos. Nuestro cuerpo resiste mucho más de lo que pensamos. Y que lo más importante es lo importante, el amor, si no hubiera sido por el amor a nuestros seres queridos, hubiéramos renunciado mucho antes a esa lucha sin cuartel contra la naturaleza despiadada. También he aprendido a ser muy feliz con pequeñas cosas. Allí no teníamos de nada, así que me di cuenta de lo que era verdaderamente importante», proseguía reflexionando Strauch.
Risto Mejide, tocado tras la entrevista
Preguntado por Risto Mejide por si han podido olvidar todo el horror que vivieron, Eduardo Strauch ha sido claro. «He ido dejando atrás el sufrimiento, 50 años después me quedo con todo lo bonito de aquella experiencia. Pero sí que es verdad que hay muchas cosas que no se pueden olvidar, como algunos sonidos del accidente, las ventiscas, el frío,… no se me olvidarán nunca», aseveraba él.
Pero si había algo que llamaba la atención de Risto Mejide de todo lo que vivieron los supervivientes del accidente de los Andes es su supervivencia a través de comer restos humanos. «Al principio rechazábamos lo de comer carne, pero estábamos muy debilitados. Sentí hasta cierto orgullo de poder haber superado ese tabú. Era vivir o morir. Teníamos que hacerlo«, destacaba el invitado antes de explicar cómo nunca supieron a quién pertenecía lo que se comieron. Era entonces cuando el presentador le preguntaba por saber a qué sabe la carne humana. «Todos vivimos las cosas de manera distinta, pero no recuerdo exactamente el sabor. Te diría que algo cercano al pollo, pero no lo recuerdo especialmente. Teníamos que hacerlo y lo hicimos, sin pensar en eso, en el sabor», respondía Strauch.
Pese a que comerse restos humanos es muy duro, Eduardo Strauch le confesaba a Risto que para él no fue lo peor. «Cuando decidí hacerlo ya no tuve nunca más un cargo de conciencia. Al regresar, nuestros padres estaban completamente impactados, porque la prensa hablaba de los uruguayos caníbales. La prensa amarilla fue muy dura, pero no me costó a mí personalmente en ese sentido. Me sentí más raro al volver a mi casa, porque allí las emociones de regresar se contraponían con las de la pérdida de nuestros amigos y seres queridos. Por mucho tiempo no hablé de eso en púbico para no revolver el tema por el dolor que podía causar a las familias, pero no ha supuesto un mayor impacto en mí», añadía.
Finalmente, tras despedir a Eduardo Strauch, Risto Mejide confesaba que le iba a costar mucho recomponerse tras escuchar el testimonio de uno de los protagonistas de la historia real que relata ‘La sociedad de la nieve’. «Este programa vale la pena por entrevistas como la tuya. Uf, cómo seguir ahora con el programa. Nos pasamos todo el día hablando, y lo digo con respecto, de gente que no vale tanto la pena. Eduardo debería de estar en todos los platós de televisión», remarcaba el presentador.
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